Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra (CADD)

El Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra (CADD) es un concepto definido por Maxine Aston (http://www.maxineaston.co.uk/), consejera y terapeuta de parejas en las que uno de los miembros tiene el síndrome de Asperger o está en el espectro autista. Contrariamente a lo supuesto durante mucho tiempo, las personas que están en el espectro autista están interesadas en mantener relaciones de pareja y, de hecho, dichas parejas existen.

El CADD es el nombre que reciben los síntomas de estrés (baja autoestima, depresión, ansiedad) que frecuentemente se observan en las parejas de personas que presentan un TEA (trastorno del espectro autista). Otros síntomas que pueden presentar son somnolencia, disminución de la libido, alteraciones del estado de ánimo y disminución del sistema inmunitario.

Debido a que los libros y trabajos de Marine Aston no han sido hasta la fecha traducidos al español, a excepción de breves artículos como El síndrome de Asperger en la consulta del consejero, a continuación se resumen algunos conceptos sobre el CADD expuestos en la web de Maxine Aston (http://www.maxineaston.co.uk/cassandra/) y en la web de Families of Adults Affected by Asperger’s Syndrome (http://www.faaas.org/doc.php?40,288).

Maxine Aston hace una similitud entre el CADD y el Transtorno Afectivo Estacional (SAD). Afirma que los seres humanos son sensibles a la falta de luz solar y su deprivación puede provocar una serie de alteraciones. El SAD se diagnostica después de tres inviernos consecutivos de presentar los siguientes síntomas: alteraciones del sueño, somnolencia, aumento del apetito (en especial deseo de comer hidratos de carbono), depresión, problemas sociales (como irritabilidad y aislamiento), ansiedad, disminución de la libido, alteraciones en el estado de ánimo, periodos de hipomanía ( hiperactividad) en primavera y otoño. Algunas personas afectadas presentan también una disminución de la inmunidad durante el período invernal y son más vulnerables a las infecciones.

Maxine Aston traza una analogía entre los efectos de deprivaciòn de luz solar (SAD) y los efectos de la deprivación emocional (CADD). Los afectados por el CADD experimentan síntomas parecidos a los de los afectados por el SAD, con el agravante de que los afectados por el CADD experimentan unos efectos más dañinos, ya que es otro ser humano al que probablemente aman, y no el Sol, el responsable, aunque sin quererlo, de su deprivación. Esta persona puede ser el compañero o compañera sentimental, o bien el padre o la madre.

El hecho de que este daño se inflija sin querer, de que no sea a propósito, sólo se hace evidente cuando se descubre la causa del comportamiento del miembro Asperger de la pareja, ya sea mediante autodiagnóstico o mediante el diagnóstico por un profesional.

Cuando se vive en una relación de pareja en la que el síndrome de Asperger no está diagnosticado o su existencia es negada, se suele culpar al componente de la pareja que no es Asperger de las situaciones disfuncionales que se producen.

El CADD alcanza su máxima expresión cuando el componente de la pareja que no es Asperger (ya sea éste hombre o mujer) no es creído ni por el componente Asperger de la pareja ni por las personas de su entorno. Son estos sentimientos de confusión, soledad y desesperación los que dan lugar al nombre de Casandra para referirnos a este trastorno.

Casandra era hija de Príamo, rey de Troya. Apolo le concedió el don de la profecía para atraerla hacia él. Ella le rechazó y Apolo, en vez de quitarle el don, se vengó haciendo que conservara su don profético, pero que no fuese creída: ella alertó sobre la amenaza que representaba el caballo de Troya pero nadie la creyó.

Las investigaciones de Maxine Aston apuntan claramente a que el CADD puede desarrollarse como consecuencia de mantener una relación íntima con un adulto con síndrome de Asperger o alguna otra afección que curse con niveles bajos de empatía y niveles altos de alexitimia, del griego alex y thymos, literalmente sin palabras para las emociones. El 85% de las personas con algún TEA presentan elevados niveles de alexitimia (Hill, Bethoz y Frith, 2004).

Los TEA se deben a diferencias neurológicas y a como está interconectado el cerebro, y no pueden curarse. En cambio el CADD es una afección secundaria, que deriva de la situación de convivencia en la que se halla la persona. Es transitoria y debida a la relación en la que la persona se halla inmersa, no es una afección personal, sino relacional.

Los efectos del CADD pueden eliminarse o reducirse al encontrar la causa, pero sólo será así si ambos componentes de la pareja aceptan dicha causa. La aceptación permite tomar medidas para restituir la falta de atención emocional que la persona con CADD ha estado sufriendo. A partir de ahí, algunas parejas son capaces (siempre y cuando se acepte el diagnóstico) de atribuir los problemas contra los que han estado luchando durante tanto tiempo al síndrome de Asperger y dejar de culparse el uno al otro.

La reciprocidad emocional, el amor y el sentimiento de pertenencia son esenciales para los seres humanos. Si estas necesidades no están siendo atendidas y no se comprende la razón, entonces pueden verse afectadas tanto la salud mental como la física. La toma de conciencia y la comprensión pueden eliminar los síntomas del CADD.

El CADD es una consecuencia de la situación en la que se halla el que la sufre y por lo tanto es posible encontrar caminos para rectificar esa situación. Algunas parejas en las que uno de los componentes es Asperger pueden llegar a funcionar bien si ambos entienden sus diferencias y trabajan para desarrollar una forma de comunicarse diferente y mejor. Pueden llegar a conseguir una relación en la que los dos muestren expresión emocional y amor y que sea satisfactoria para ambos. La consecución de este objetivo dependerá de la relación que tenga la pareja, del nivel de compromiso y de la aceptación total por parte de ambos de la presencia del síndrome de Asperger.

Al igual que el Sol restaura el equilibrio en el SAD, la atención emocional y la comprensión pueden restaurar el equilibrio de la persona con CADD. Pero si la persona con síndrome de Asperger no es consciente o niega el síndrome, lo más probable es que su pareja continúe experimentando los síntomas del CADD.

Para consultar más información puede visitar la web, en lengua inglesa, de Maxine Aston (http://www.maxineaston.co.uk/), y leer su excelentes libros (http://www.maxineaston.co.uk/books/) sobre las relaciones de pareja.