Teoría de empatía–sistematización

La conocida en inglés como EQ–SQ theory (http://en.wikipedia.org/wiki/EQ_SQ_theory), y que hemos traducido como teoría de empatía–sistematización, es una de las principlales aportaciones de Simon Baron-Cohen al esfuerzo colectivo dedicado a clarificar las causas primeras de los TEA. Esta teoría, en palabras de su propio autor, no está demostrada, lo que no es óbice para que siga siendo una de las ideas más sugerentes aportadas al tratar de dar explicación de la diversidad de manifestaciones que los TEA presentan.

De entre los diversos textos disponibles en EspectroAutista.Info sobre empatía, y sistematización, podemos entresacar las siguientes publicaciones del propio Baron-Cohen sobre su teoría:

¿Existen diferentes tipos de cerebro?

En el libro La gran diferencia: Cómo son realmente los cerebros de hombres y mujeres (http://www.amateditorial.com/libro.asp?cod=A1754), de Simon Baron-Cohen, se plantea la hipótesis de que, en esencia, podríamos agrupar los rasgos más típicos de los cerebros femenino y masculino alrededor de dos atributos fundamentales: la capacidad de sentir empatía (atributo que caracterizaría al cerebro de tipo femenino) y la capacidad de sistematización (atributo que caracterizaría al cerebro de tipo masculino). Estos dos atributos, empatía y sistematización, se presentarían en la población de forma muy diversa, y así habría personas en las que coincidirían sexo y tipo de cerebro junto a personas de sexo femenino con un cerebro de tipo masculino o viceversa.

Simon Baron-Cohen añade otra hipótesis: que las diversas afecciones descritas dentro del llamado espectro autista se darían en personas con un tipo de cerebro extremadamente masculino. Así pues, los individuos con trastornos del espectro autista (TEA) (también llamados trastornos generalizados del desarrollo), como por ejemplo los afectados por el síndrome de Asperger (SA), tendrían un cerebro extremadamente sistematizador y muy escasamente empático.

Conviene aclarar que al hablar de trastornos del espectro autista nos estamos refiriendo a un todo, a un conjunto de trastornos que engloba,  entre otros, al autismo propiamente dicho y al síndrome de Asperger. El hablar de autismo tanto para referirnos al todo como a una de sus partes causa una cierta confusión, no superior de todas formas a la que se produce al considerar a los rayos infrarrojos como un tipo de luz y denominarlos, en consecuencia, luz infrarroja. La expresión trastornos del espectro autista es la utilizada generalmente en Europa y es la que se usará en estas páginas. 

Tipos de cerebro

Para verificar sus hipótesis Simon Baron-Cohen ha diseñado dos cuestionarios que permiten determinar el grado de empatía y sistematización de una persona:

El resultado de los estos cuestionarios permitiría clasificar un tipo de cerebro en 5 categorías, según la relación mantenida entre los dos valores obtenidos al completarlos:

  • Tipo E. Cerebro de tipo femenino, más empático que sistematizador.
  • Tipo S. Cerebro de tipo masculino, más sistematizador que empático.
  • Tipo B. Cerebro balanceado, con los dos valores equilibrados.
  • Tipo E extremo. Según Simon Baron-Cohen este tipo de cerebro no está todavía definido.
  • Tipo S extremo. El cerebro extremadamente masculino podría apuntar a una manifestación de autismo.

Una vez conocidos el CE y CS de una persona puede usarse el siguiente diagrama para determinar su tipo de cerebro:

EQ–SQ

Aquellos interesados en una fórmula más precisa para determinar el tipo de cerebro a partir de los valores del CE y CS pueden consultar las formulas presentadas en la primera de las siguientes publicaciones, también comentadas junto a nuevos datos en la segunda de ellas:

CS Revisado

La redacción del cuestionario CS mostró con su uso padecer un claro sesgo tradicionalista, dado que muchas de sus preguntas se centran en actividades habitualmente masculinas. Por ese motivo, Simon Baron-Cohen ha propuesto un nuevo cuestionario para medir el grado de sistematización de una persona:

Los valores de CE y CS-R se están usando para orientar a estudiantes de ambos sexos y ayudarlos a escoger sus estudios y carrera profesional (http://eqsq.com/). Por ejemplo, alguien con muy baja empatía haría mal en intentar trabajar como comercial de ventas, mientras que para estudiar cualquier ingeniería sería conveniente disponer de una alta capacidad de sistematización. Conociendo estos datos, puede ser instructivo conocer la distribución de carreras profesionales por sexos (http://eqsq.com/labor_stats.php)  o comparar los salarios (http://eqsq.com/wage_stats.php) entre hombres y mujeres para una misma profesión (datos de los EEUU).

Síndrome de Asperger

Junto a los cuestionarios que permiten evaluar el CE y CS, Simon Baron-Cohen ha ideado otros dos cuestionarios:

El CEA, popularizado por el artículo The Geek Syndrome (http://www.wired.com/wired/archive/9.12/aspergers.html) de la revista Wired, es utilizado, aunque en ocasiones posiblemente de forma errónea, para el  autodiagnóstico del síndrome de Asperger. Según Simon Baron-Cohen, el valor de CEA se correlaciona con los valores de CE y CS, y afirma específicamente que un CE bajo y un CS alto se corresponde generalmente con un CEA alto. 

El CA ha sido diseñado para estudiar la sociabilidad de individuos adultos y, de la misma forma que el CEA, ha demostrado proporcionar resultados correlacionados con los valores de CE y CS.

En el año 2005, el Autism Research Centre (http://www.autismresearchcentre.com/), dirigido por Simon Baron-Cohen, puso a punto el Adult Asperger Assessment (AAA), que prodríamos traducir por Evaluador de Asperger en Adultos.  Se trata de un instrumento para el diagnóstico del síndrome de Asperger que complementa los valores CE y CEA con una lista de 5 prerequisitos y 18 síntomas a valorar. Si el valor CE es bajo, el valor CEA alto y se cumplen los 5 prerequisitos y un mínimo de 10 de los síntomas, el sujeto evaluado manifiesta el fenotipo ampliado del autismo y existe una gran probabilidad de que esté afectado por el síndrome de Asperger.

Dada la disponibilidad de estas herramientas en Internet se producen hoy en día muchos casos de autodiagnóstico. Si ese es su caso, y desea acudir a la consulta de un profesional de la salud para contrastar sus impresiones, puede aportar junto a sus resultados esta breve guía para médicos o este clarificador artículo de prensa; por otra parte, si cree que el síndrome de Asperger puede estar afectando a su relación de pareja le resultará interesante la lectura de este texto para consejeros matrimoniales.