2009 — noviembre

 Acoso psicológico

Domingo 1 de noviembre de 2009

Presentamos una nueva sección sobre el acoso psicológico que ofrece nuevos instrumentos para la medida y estudio del mobbing: el Cuestionario de Estrategias de Acoso Psicológico y el Cuestionario Individual sobre PSicoterror, Negación, Estigmatización y Rechazo en Organizaciones Sociales. Próximamente se añadirán herramientas similares sobre el bullying.

 Mary & Max

Lunes 2 de noviembre de 2009

Está pendiente de su estreno comercial una nueva película en la que aparece un personaje afectado por el SA. Se trata de Mary & Max (http://www.maryandmax.com/), una película de animación realmente recomedable. Este es el trailer oficial de la película:

La película se puede encontrar, en su versión original, buscando en el ciberespacio. Para añadirle subtitulos en español se puede usar este fichero de subtítulos (http://www.opensubtitles.org/en/subtitles/3580984/mary-and-max-es).

 Nueva publicación

Viernes 13 de noviembre de 2009

En los últimos tiempos se está produciendo una auténtica avalancha de nuevas publicaciones sobre el SA. La última es una publicación de la Asociación Asperger Asturias (http://asperger.es/asturias/). Se trata de una publicación bien maquetada, con un texto claro y completo.

 Sección de últimos artículos encontrados

Domingo 22 de noviembre de 2009

Para ayudar a seguir el rápido ritmo de incorporación a EspectroAutista.Info de nuevos artículos científicos sobre los TEA, se ha creado una nueva sección que presenta los últimos artículos encontrados.

Es perfectamente apreciable como cada día más y más artículos, que anteriormente no estaban disponibles, aparecen en Internet para su libre descarga. Es este momento ya se han incorporado a EspectroAutista.Info 315 textos, de los cuales 102 están escritos en lengua española. De hecho, varias docenas de nuevos artículos se encuentran en periodo de evaluación, y a la espera de disponer del tiempo necesario para su indexación e incorporación a EspectroAutista.Info. No damos abasto, y es que ¡hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad!

El aceite de ricino
ya no es malo de tomar.
Se administra en pildoritas
y el efecto es siempre igual.
Hoy las ciencias adelantan
que es una barbaridad
¡Es una brutalidad!
¡Es una bestialidad!

 Nuevas publicaciones

Sábado 28 de noviembre de 2009

La disponibilidad en Internet de interesantes publicaciones aumenta de forma constante. Nos es imposible presentar mediante estas breves noticias todas las que se van incorporando a EspectroAutista.Info, pero algunas recientemente encontradas sí merecen el esfuerzo de acompañarlas de una breve presentación. No se trata de publicaciones directamente relacionadas con los TEA, sino más en general con la discapacidad, de todo tipo, categoría que obviamente incluye a los afectados por cualquier TEA.

Los derechos del niño con discapacidad en España

La publicación Los derechos del niño con discapacidad en España, editada en diciembre de 2008, es una tesis doctoral (en la disciplina del Derecho) de 440 páginas, que de forma detallada presenta todos los aspectos legislativos, que en España, puedan tener relación con los derechos de los niños con discapacidad. Éste es su prólogo, escrito por Ángel Carrasco Perera, y no por la autora de la tesis, María José Alonso Parreño.

Ésta es una tesis doctoral que reivindica, no una tesis que interpreta normas. Pertenece a la crítica del Derecho, no a la Dogmática Jurídica. Y no se me ocurre cómo podría haber sido de otra forma, cuando el objeto de las prolijas e interesantes páginas que constituyen esta obra no es ni más ni menos que Los Derechos del niño con discapacidad en España. Una obra con este título se queda vacía si pretende uno limitarse al análisis de normas. Especialmente cuando no son normas lo que faltan en este sector.

María José Alonso no tenía, cuando yo la conocí, un especial interés por estos asuntos. Yo tampoco, y quizá menos que ella, dada mi condición de catedrático de Derecho civil y consejero académico en una firma de abogados en la que no se han gestionado nunca, ni se verán, problemas humanos como el que sugiere el título del libro. De hecho, fue en Gómez Acebo & Pombo donde nos conocimos María José y yo. Ella se dedicaba a la sazón —abogada con mucha experiencia— a ordenar y producir documentos de gestión del conocimiento para la práctica de la firma. Yo recuerdo sobre todo de aquella experiencia común lo mucho que hablábamos de las prendas sobre derechos incorporales. Pero un día la cosa ocurrió, y María José recibió la noticia. Dejó la firma, dejó su trabajo para dedicarse a su hija y de modo inmediato, sin preguntarse cómo, se vio inmersa en una nueva vida, más dura pero seguro que más humanamente retribuidora, y entregada a una causa colectiva de defensa y promoción de las oportunidades vitales y sociales de los niños con discapacidad. Sería poco serio decir que Maria José descubrió su vocación. Mejor es decir que se entregó en cuerpo y alma a esta nueva vocación que se le hacía.

Mas ella no había abandonado el mundo del Derecho. De hecho quiso poner un colofón a su carrera formativa y a su experiencia profesional con una tesis doctoral. Descubrió como jurista lo que hacía poco acababa de descubrir como madre, y un nuevo mundo de lo jurídico se abrió para el estudio. Pero un mundo que no ejercía su llamada desde la teoría ni desde la práctica del Derecho, sino desde más adentro.

Como digo, con un título así y con unas circunstancias como éstas, la tesis de María José no podía resultar de otra manera que como resultó. Pues no tiene apenas interés interpretar normas en este sector. Como también dije, normas es lo que sobran en general en materia de incapacidad. No es un problema de la gramática del Derecho, sino de su pragmática.

La tarea no resultaba fácil. Pues el objeto de consideración elegido resultaba poco estable. Es cierto que existe un considerable paquete de normas jurídicas cuyo propósito directo o indirecto es proteger a los incapacitados. Lo mismo cabe decir de las normas cuyo objeto de regulación son los niños. ¿Pero y los niños discapacitados? El problema de justificación del trabajo no es cualquier cosa, pues se trata de refutar de partida una objeción fácilmente aducible por cualquier persona: ¿es que el niño discapacitado necesita una protección distinta de la del resto de discapacitados? ¿Es que las normas protectoras de la infancia no bastan? ¿Qué de singular hay en que se sea niño e incapacitado si todo lo que de hecho se puede hacer en este terreno puede hacerse colmadamente aplicando uno u otro régimen de protección de personas? ¿Tiene sentido proponer una protección cumulativa? ¿Queda algún espacio suplementario para una protección suplementaria?

Desde el punto del Derecho civil, la objeción tiene su enjundia. Las leyes civiles tratan a los menores y a los discapacitados desde el horizonte de la limitación de su capacidad de obrar. Una vez hecha esta consideración, decir niño discapacitado es redundante, pues toda protección que se puede deparar en este sector ya la ofrece sobradamente, sin posibilidad de un resto no cubierto, cualquier de los regimenes de protección que consideremos. No muy distinto es el problema cuando la infancia y la discapacidad son consideradas por la norma desde el punto de vista de la provisión de dispositivos de protección a estos colectivos necesitados de tutela. Toda la provisión de medios que las Administraciones Públicas pueden dar (y éste es un problema de recursos, no de producción simple de normas jurídicas) ya se dan bajo una u otra consideración. ¿Es que se puede hacer algo más?

Yo invito al lector a que tome el volumen que presento y lo lea, y decida por sí mismo. Que lo lea como jurista, y que lo lea como partícipe solidario en esta red que es el Estado del bienestar. No le faltarán gratificaciones.

Guía de estilo sobre discapacidad para profesionales de los medios de comunicación

Para presentar la Guía de estilo sobre discapacidad para profesionales de los medios de comunicación, tan necesaria para que se consiga que los medios de comunicación no sirvan para mantener prejuicios sino para todo lo contrario, presentamos a continuación el prólogo de Iñaqui Gabilondo al texto:

Nunca supe muy bien cómo puede determinarse la discapacidad. La incapacidad sí. Es una carencia. Lo que no se tiene no se tiene. Pero la discapacidad es una limitación física o psíquica. Y no conozco a nadie que no la tenga en un grado u otro.

Además, respecto a qué. Respecto a qué dato de normalidad. ¿Qué es normal, lo que puede correr un joven de 20 años o lo que puede correr una mujer de 57? ¿Decretamos que la normalidad vital es la juventud? ¿Cuál es la talla normal? ¿Y el nivel normal de capacidad de aprendizaje?

Basta recorrer los nuevos aeropuertos para comprobar que la sociedad moderna tiene ideas bastante restrictivas sobre lo que es la normalidad. Llegar a tiempo a un avión en las terminales modernas es como una aventura en el Amazonas para personas mayores de 50 años, menores de 9, con cualquier limitación, desde la tetraplejia hasta el embarazo o la torcedura de tobillo.

La gran ventaja es que nos proporciona el dato básico para entender un sector clave de nuestra realidad: la exclusión de los débiles.

La Administración, en España y fuera de ella, intenta paliar las situaciones más difíciles y traza una raya a partir de la cual ofrece distintos grados de asistencia. Hay que pelear para que continúe y profundice en ese camino. Pero nadie subvierte la idea central.

La sociedad humana no está formada por un núcleo duro de normalidad al que le salen abscesos laterales, imperfectos e indeseados. La sociedad humana es un entramado complejo compuesto de hombres, mujeres, jóvenes, viejos, sanos, enfermos, de distintas razas, orientaciones sexuales, particularidades físicas, etc. Ese heterogéneo paisaje es la normalidad. Todos, igualmente, seres humanos. Y todos igualmente dotados de derechos, aunque las necesidades de todos no sean idénticas.

Al tiempo que reclamamos más y más atenciones para los sectores más frágiles y para las personas en mayor grado de dificultad, es imprescindible que modifiquemos nuestra mirada sobre la normalidad. La marginación nunca desaparecerá, por mucho que avancen los procesos sociales, hasta que no revisemos y desactivemos esa bomba–racimo que es el nosotros excluyente.

¿Quién margina a los que se dicen marginados?

En mi larga vida como comunicador he sido requerido para denunciar la situación de marginación de…

  • los presos
  • las mujeres
  • los inmigrantes
  • los homosexuales
  • los enfermos
  • los gitanos
  • los viejos
  • los jóvenes
  • etc. etc.

Y dentro de cada gran colectivo por

  • los gordos
  • los flacos
  • los muy altos
  • los muy bajos
  • las mujeres que calzan el 41 o visten la talla 40

Digamos que una inmensísima mayoría, por no decir todos, se siente –siempre o en algunos momentos de su vida– apartado de esa normalidad que nadie sabe definir. Pues ayudémonos definiendo: hoy, la normalidad la dicta la economía. Un ser humano pierde su normalidad cuando no es rentable o cuando es menos rentable. Porque aquí sí, en la economía, puede trazarse una media, un listón cuantificable.

Y añadamos que, inmersos en la competición, todos marginamos a todos.

Un preso puede marginar a una mujer, la cual puede marginar a un inmigrante, el cual puede marginar a un homosexual, éste a un gitano, éste a un enfermo, etc.

Que la sociedad excluye es una verdad pero no puede constituir una coartada.

José Luis Fernández Iglesias me ha enseñado muchísimo. En la radio, cada lunes, me acercaba a una realidad enorme que –desde mi normalidad– percibía como una sombra. Cierta pero imprecisa. En cada término, en cada concepto, en cada gesto se manifestaba –de forma más o menos perceptible– mi desenfoque o mi imprecisión, cuando no, directamente, mi ignorancia enciclopédica.

Pocas veces en mi vida profesional he tenido más clara la necesidad de transmitir lo que estaba transmitiendo, de enseñar al tiempo que aprendía. Por eso, junto a mi agradecimiento público a quien me enseñaba a ver lo que miraba sin ver, invito a los lectores a avanzar en la dirección que este libro propone. Y a difundir entre sus amigos estas verdades.